Hace prácticamente un mes, se dio a conocer que un estudio de videojuegos español había recibido un kit de desarrollo de la Nintendo Switch 2. Días después, se filtró que una compañía con sede en China, fabricante de accesorios para la Nintendo Switch, revelaba que sus ingresos comenzarían a repuntar durante la segunda mitad de 2024. El motivo es evidente, y es que el lanzamiento de la nueva consola de Nintendo hará que experimenten un repunte a nivel de ventas.
Ahora siguen llegando más informes, los cuales aseguran que más estudios de juegos han comenzado a recibir los kits de desarrollo para ir desarrollando u optimizando sus juegos para la consola de nueva generación de Nintendo. Curiosamente, los informes indican que la sucesora de la Nintendo Switch llegará antes de lo esperado, y es que claro, Nintendo se está encontrando con que otras muchas compañías han comenzado a explotar un negocio que ellos llevan maltratando durante casi 7 años. Es decir, desde que se lanzó su primera Switch.
La llegada de consolas portátiles con hardware de PC está erosionando el mercado de Nintendo
Así es, con maltratar el mercado nos referimos a mantener durante tanto tiempo una consola obsoleta. Una prueba de ello no solo es la calidad visual de sus títulos o a los trucos que tienen que recurrir para que funcionen. Lo más preocupante es que en pleno 2023, hay juegos para esta consolas que no son capaces de funcionar de manera estable a 30 FPS.
Los usuarios hambrientos de una consola portátil han recurrido a otras consolas como la Steam Deck o la ASUS ROG Ally. La popularidad de este mercado se nota cuando otro gigante del PC, Lenovo, está preparando su propio modelo. Por no hablar de una Sony que prepara una PlayStation Project Q, aunque destinada a la nube.
Por otro lado, incluso estas consolas mencionadas, salvo la de Sony, son capaces de emular juegos de la Nintendo Switch con mayor calidad visual e incluso ofreciendo los ya obligatorios 60 FPS disfrutar de una jugabilidad fluida.
La nueva Nintendo Switch 2 / Pro llegaría en el 2024 sin un panel OLED
Quizás lo más llamativo de todo, es que la nueva consola de Nintendo emplearía finalmente un panel IPS en vez del OLED que debutó en el 2021 con su Switch OLED. Como ya sabemos, la excusa es reducir los costes y destinarlos a mejorar otros aspectos. La excusa es muy bonita, pero hay que recordar que días después de su lanzamiento se estimó que la Switch OLED tenía un sobrecoste de fabricación de 8 euros respecto a su versión con panel IPS. De esta forma, es una diferencia de precio insignificante. Esto tampoco les permitiría lanzar en el futuro una versión reciclada. Con ella la única mejora sería el panel OLED incrementando el coste de la consola en 50 dólares.
Como breve resumen, este panel llegará en un tamaño de 7 pulgadas con una resolución Full HD de 1.920 x 1.080 píxeles. A nivel de hardware, NVIDIA le suministraría SoC con una CPU Arm de 8 núcleos Cortex-A78AE a 2,00 GHz. En lo que respecta a gráficos, tendríamos un chiup basado en la arquitectura Ampere con 1.024 CUDA Cores. A estos núcleos se le suman facultades de IA aceleradas por hardware con 32 Tensor Cores. Básicamente permitirán dar vida a la tecnología de reescalado NVIDIA DLSS y que la consola no se muera en su intento de alcanzar resoluciones más altas en una pantalla externa como pueda ser un televisor 4K.
Este SoC estaría combinado con 16 GB de memoria RAM unificada. En términos de potencia, se espera que todo ello de lugar a un rendimiento similar al de una PlayStation 4. No es que suene nada bonito cuando es una consola que se lanzó en el año 2013, hace 10 años. Por no hablar que una ASUS ROG Ally ya es a día de hoy un 50% más rápida que esta PS4. Para 2024, con el nuevo hardware de AMD, la competencia de la nueva Nintendo Switch ya se iría a niveles de rendimiento superiores a una PlayStation 4 Pro (2016). De esta forma, a Nintendo solo le quedarán sus exclusivos.
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