China está atrapada actualmente con una serie de restricciones que le impiden poder importar chips. Esto la deja atrás en el sector tecnológico y con estas sanciones, Estados Unidos, Europa y los demás países pueden seguir sacándole ventaja. A pesar de que estas medidas se impusieron para parar a China, Japón ya advirtió de que le parecían excesivas. Para más inri, ahora nos encontramos a la secretaria de comercio de EE.UU. anunciando que afectarán negativamente a los ingresos de las empresas. Quizá es el momento en que Estados Unidos piense si este es el camino a seguir.
China, También conocido como el gigante asiático, es un país con una enorme capacidad de producción y mano de obra disponible. Esto queda más que claro cuando vemos la gran cantidad de productos y dispositivos “Made in China” que tenemos disponible. La mayor parte de estos se fabrican o se producen en dicho país, por lo que ya nos podemos imaginar lo difícil que sería competir contra él si estuviese a la vanguardia de la tecnología. Eso es lo que han querido evitar Estados Unidos y posteriormente Europa.
EE.UU. cree que sus medidas provocaran caídas de ingresos en sus empresas
Con las restricciones impuestas a China más recientes, no se pueden exportar máquinas litográficas ni ningún tipo de equipos para fabricar chips. Sumado a las normas anteriores que implicaban prohibir la venta y envío de chips avanzados para evitar que China pudiese avanzar en IA, podemos ver que el país no tiene nada que hacer. El gigante asiático está asediado por prohibiciones en todas partes y como ya vimos, el único camino que le queda es confiar en sus equipos y procesos de fabricación.
A pesar de que el plan de Estados Unidos está funcionando, ya vimos como Japón mostraba su malestar a la hora de seguir la normativa estadounidense. Esta ya avisó de que no quería hacer las cosas de esta manera, ya que no tenía un conflicto con China. De hecho, hasta EE.UU. ve el aspecto negativo de continuar así, pues la secretaria de Comercio, Gina Raimondo, afirmó que habrá pérdidas de ingresos en la industria. Raimondo asegura que esto son pérdidas para Estados Unidos y mientras tanto China puede optar por comprar en otros países.
EE.UU. negociará con las empresas respecto a los envíos a China
Podemos creer que esto será suficiente para hacer que Estados Unidos recule en su decisión, pero lo cierto es que no. Raimondo afirma que este camino tomado supone un sacrificio para las empresas, pero valdrá la pena. Como podemos ver, la secretaria de comercio no está dispuesta a retirarse, pero lo que si que van a hacer es intentar llegar a un equilibrio. Raimondo y la Administración Biden se están reuniendo con las distintas empresas del sector para llegar a un acuerdo en común. Esto es totalmente lógico teniendo en cuenta que surgirían muchos problemas si de repente estas vieran sus ingresos desplomarse por culpa de los envíos a China.
“No se trata de frenar a China ni de negarle tecnología básica. China quiere acceder a la tecnología más sofisticada de Estados Unidos para hacer avanzar su ejército y no vamos a permitirlo”, afirmó Gina Raimondo.
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