Con la continua evolución de los teléfonos móviles (cada vez más potentes y con pantallas más grandes) el gasto de energía es mayor y las baterías de más capacidad, lo que se traduce en mayores tiempos de carga.
Hoy te daremos unos sencillos consejos para conseguir que esta carga sea más efectiva y rápida posible:
1 – Activa el modo avión o apaga el teléfono
Uno de los recursos que más energía consumen es la transmisión de datos, si necesitas cargar rápido la batería de tu smartphone activa el modo avión o apaga el teléfono, así conseguirás que no se consuma energía mientras se está cargando.
2 – Utiliza el cargador original o uno mejor
A diferencia de lo que muchos piensan, no todos los cargadores son iguales, cada fabricante diseña el suyo con un amperaje adecuado al teléfono (se puede ver en la pegatina del cargador, p.e. 1A). Si utilizas un cargador con menos amperaje (p.e. 0,5A) tu teléfono tardará mucho más en cargar, en cambio, si utilizas uno de más amperaje (p.e. 2A) el terminal cargará mucho más rápido.
3 – No utilices la carga inalámbrica
Es muy cómoda, pero la eficiencia no es del todo buena, ya que existen ciertas restricciones a la hora de pasar energía al smartphone.
4 – No cargues la batería desde el ordenador
La intensidad de los puertos usb del ordenador es de 0,5A para puertos 2.0 y de 0,9A para puertos 3.0, lo que hace que el teléfono se cargue más despacio debido a lo explicado en el consejo 2.
5 – Utiliza el cable original o uno mejor
Aunque todos los cables parezcan iguales no lo son, ya que los hilos de cobre pueden ser de distinto grosor, si compras un cable podrás ver en la caja una cifra de 28 AWG, 14 AWG ó 20 AWG, cuanto más bajo sea este valor más rápido cargará el terminal, ya que los cables serán más gruesos. Si aparecen dos cifras (p.e. 28/24AWG) nos fijaremos en la segunda, que es la que indica el grosor de los cables de corriente, la primera indica el grosor de los cables de transferencia de datos.
¡ Esperamos que os sea útil esta información !