Una vez más, en el mercado de segunda mano, hay de todo. De hecho, o bien se encuentra una buena oferta, o bien te estafan. En este caso, obviamente, estamos en la segunda situación. Efectivamente, un comprador adquiere una RTX 3090 de segunda mano y una vez recibida, no funciona. Por supuesto, la envía a NorthRidge Fix y al final… No hay mucho que reparar.
¡Compra una RTX 3090 de segunda mano y no funciona en absoluto!
En líneas generales, tras recibir la tarjeta, esta no arrancaba. Por ende, el comprador la envía a reparar a NorthRidge Fix, quién desmonta la tarjeta. Desafortunadamente, resulta que esta está totalmente destrozada y, al final, no hay mucho que reparar.
Una vez retirado el disipador, resulta que la GPU y los chips de memoria están ausentes. De igual forma, los controladores de voltaje han desaparecido mientras que algunos componentes están medio arrancados y hay rastros de quemaduras en el PCB. En fin, una tarjeta destrozada como nunca antes.
A pesar de que parecía una buena oferta. Sí, venía con una nota que indicaba que nunca se usó para minar lo cual, para esta serie, parecía prometedor. Pero no lo era. En fin, esperemos que el comprador haya podido solucionar el problema después de esta compra fallida.
Una vez más, el mercado de segunda mano es bastante aleatorio, es mejor ser precavido. Lo mejor, en la medida de lo posible, es ver el material en persona y asegurarse de que funcione correctamente. De lo contrario, favorece las plataformas que actúan como intermediarios entre comprador y vendedor, donde el dinero se transfiere una vez que el vendedor confirma la recepción. Claro, esto no evita todas las estafas, pero te permite abrir una disputa en caso de problemas y aumenta tus posibilidades de recuperar tu dinero. En última instancia, lo mejor sigue siendo optar por compras nuevas, aunque entendemos que por cuestiones presupuestarias no siempre es posible.
