Esta es la noticia del fin de semana. Después de Elon Musk a punto de comprar TikTok ahora Elon Musk quiere adquirir Intel. Así que operación de comunicación o verdadera ambición, desciframos un rumor que está causando sensación en las últimas horas.
Con la investidura de Donald Trump, con las palabras clave asociadas a Elon Musk (incluyendo SpaceX, del cual hablaremos luego) y un poco de tecnología, tenemos la mezcla perfecta para causar sensación en las últimas horas. Sin embargo, este rumor no viene de la nada ya que fue difundido por SemiAccurate, una fuente meticulosa y reconocida en el campo de los semiconductores.
¿Intel, que no está en su mejor momento, realmente es una presa?
Desde la “salida” de su CEO, Intel parece estar en espera (un director interino gestiona el día a día) mientras otros avanzan. Una situación que aumenta la incertidumbre y la presión de los círculos financieros. Sin embargo, incluso en una posición debilitada, Intel no es un cascarón vacío. La empresa sigue siendo un actor importante con ingresos colosales, una capacidad de innovación enorme y sobre todo una maquinaria industrial bien engrasada. Si algunos piensan que la toma de control de Intel por parte de Musk sería descabellada, otros consideran esta hipótesis como creíble. La nueva administración de EE. UU. está considerando recuperar el liderazgo en la finura de la talla y la capacidad de producción de chips a gran escala de los actores asiáticos. Una estrategia esencial para la administración Trump en un momento en que las incertidumbres geopolíticas representan un gran peligro para otros campeones locales como AMD y Nvidia. De hecho, la dependencia del taiwanés TSMC podría hacer colapsar como un castillo de naipes a estas dos empresas en caso de una crisis importante entre China y Taiwán.
Intel, ¿una operación que tiene sentido para Musk?
Lo primero que llama la atención en la historia de las operaciones realizadas por el jefe de SpaceX es que Intel es una estructura pesada, con múltiples procesos y que requiere contratar y retener cerebros. Hasta ahora, se ha podido observar que el individuo prefiere las startups o las empresas flexibles. Un mundo donde pueda sacudir las costumbres y reinventar todo un modelo reduciendo drásticamente el personal. Sin embargo, sus empresas principales, Tesla y SpaceX, son consumidoras de hardware, cada vez más necesitadas de poder de cálculo y chips para gestionar su propia IA, tanto en sus vehículos como en el diseño de sus cohetes, robots… Controlar un fabricante y diseñador podría asegurar a Musk y a América en general un polo perfectamente independiente y autónomo. Más allá de la ambición teórica de Musk en este asunto, también podría ser un acto soberano importante deseado por la nueva administración de EE. UU.
Si SemiAccurate confirma que Elon Musk y su equipo de SpaceX están trabajando en una potencial adquisición de Intel, eso no significa que el trato esté en buen camino. El desafío parece ser importante pero no tan descabellado dentro de la lógica global de reindustrialización que los estadounidenses han iniciado. La asunción de la nueva administración Trump debería arrojar más luz sobre el tema. Una cosa es segura, con Musk, lo que parece improbable o ilógico… no necesariamente lo es en su mente.