Como saben, Intel está pasando por un momento difícil actualmente. De hecho, el segundo trimestre de 2024 resultó ser particularmente catastrófico para ellos. Esto se reflejó en el precio de las acciones. Sin embargo, el CEO de la empresa, Patt Gelsinger, indica que la situación actual está en parte relacionada con el gobierno estadounidense.
Intel: una ayuda financiera que tarda en llegar
Al igual que gran parte del mundo, Estados Unidos depende de Asia en cuanto a la producción de semiconductores. Una situación que, en caso de conflicto entre China y Taiwán, podría afectar la producción mundial de chips. Para garantizar su soberanía en este ámbito, los estadounidenses buscan relocalizar la producción en su territorio, de ahí la creación del CHIPS & Science Act, una ayuda gubernamental para apoyar este esfuerzo.
En este contexto, Intel invirtió fuertemente en instalaciones de producción en Estados Unidos. Estamos hablando de $30 mil millones. A cambio, el gobierno de Biden debía apoyar a la empresa, como mencionamos aquí, con un monto de $8,5 mil millones. Sin embargo, esta ayuda aún no ha llegado y, aparentemente, no hay una fecha prevista para el pago.
Recordemos que la inversión de Intel se centró en las plantas FAB 52 y 62 en Arizona, así como en Nuevo México en una planta de empaquetado y en Ohio para un nuevo sitio de producción.
De todos modos, este retraso en el pago ha obligado a Intel a reestructurarse, abandonar sectores menos rentables e incluso despedir parte de su plantilla. Hay que recordar que el CHIPS & Science Act se creó hace dos años…
