Las principales pasarelas financieras desempeñan un papel crucial para que el comercio fluya sin problemas por las arterias de nuestra estructura financiera global en un mundo cada vez más conectado. Sin embargo, como quedó ampliamente demostrado hace unos días con una falla en cascada en el Sistema de Red de Compensación de Pagos de la Asociación de Banqueros de Japón, las tecnologías vitales que impulsan estas pasarelas no solo están obsoletas, sino que también son incapaces de soportar esta carga cada vez mayor.
Según se informa, el martes pasado se interrumpieron más de 1,4 millones de transferencias bancarias nacionales como consecuencia de «fallos en su sistema de red de compensación de pagos», para quienes tal vez no lo sepan. La asociación sufrió su primera falla importante en el sistema como consecuencia de este incidente, que afectó a 11 bancos y se tradujo en el procesamiento de unas 400 000 transacciones. Además, este error afectó a un número desconocido de transferencias intrabancarias.
FAILURE AT JAPAN BANKERS ASSOCIATION’S PAYMENT CLEARING NETWORK SYSTEM WAS DUE TO LACK OF MEMORY CAPACITY IN EQUIPMENT CONNECTING EACH FINANCIAL INSTITUTION AND THE SYSTEM – NIKKEI
— First Squawk (@FirstSquawk) October 16, 2023
Casi una semana después, por fin se ha identificado al infractor. Según una investigación de la Asociación de Banqueros de Japón, la interrupción de la semana pasada se debió a que los servidores del sistema de compensación de pagos de Japón no tenían suficiente capacidad de memoria.
La disrupción que se produjo en la Asociación de Banqueros de Japón la semana pasada demostró que el sistema financiero mundial sigue viéndose afectado por una dependencia excesiva de sistemas y tecnologías anticuados. Por ejemplo, la Autoridad de Conducta Financiera (FCA) del Reino Unido descubrió en 2021 que alrededor de un tercio de las empresas encuestadas utilizaban principalmente infraestructuras tecnológicas heredadas. En general, el 58 por ciento de las empresas encuestadas utilizaban tecnología heredada para algunas tareas.
Por supuesto, el auge del sector de las criptomonedas en los últimos años se ha visto obstaculizado precisamente por esta estructura anticuada del sistema financiero, que huele a cielo alto del siglo XX. Además, es esta percepción de un sistema merecido o no, lo que ha llevado a un número cada vez mayor de países a experimentar con las monedas digitales de los bancos centrales (CBDC, por sus siglas en inglés).