En una señal más de la tensión en el mercado tecnológico internacional, China acaba de decidir cerrar sus puertas a ciertas tecnologías estadounidenses. Intel y AMD están en primera línea. Objetivamente, esta es casi una reacción “normal”, considerando las numerosas sanciones de Estados Unidos a las tecnologías chinas en los últimos meses (Huawei y, más recientemente, la presión sobre TikTok), así como los embargos regulares destinados a prevenir acceso a ciertas tecnologías (grabado, IA, etc.). Sin embargo, las cosas han cambiado en los últimos años, y China ahora tiene los medios para liberarse de las tecnologías occidentales.
China utiliza el mismo argumento de seguridad que los estadounidenses
La decisión reportada por el Financial Times el domingo debe verse en este contexto. El gobierno chino ha emitido directrices destinadas a eliminar gradualmente el uso de microprocesadores de los grupos estadounidenses Intel y AMD en computadoras y servidores gubernamentales. El hardware no es el único objetivo, ya que el sistema operativo Windows de Microsoft y el software de bases de datos diseñado en el extranjero también serán reemplazados por opciones nacionales, según el diario de negocios.
Curiosamente, los argumentos utilizados para justificar estas decisiones son relativamente similares a los utilizados por las autoridades estadounidenses. Por ejemplo, China está instando (firmemente) a las principales agencias gubernamentales a revisar su elección de procesadores y sistemas operativos, y optar por soluciones “seguras y fiables” al realizar compras. Por supuesto, no se debe pasar por alto la dimensión “política” de esta decisión, ya que es poco probable que se implemente en cuestión de horas.
