Durante mucho tiempo, ha habido controversia en torno al complemento de conducción autónoma total (FSD) de Tesla para su exclusivo sistema avanzado de asistencia al conductor (ADAS), también conocido como piloto automático. Los críticos siguen criticando al gigante de los vehículos eléctricos por lo que consideran un ejemplo de promesas excesivas y entregas insuficientes. El FSD de Tesla se ha convertido en el punto débil de la empresa, que ha quedado al descubierto, cuando se le suman cuestiones graves y persistentes relacionadas con la seguridad, que ahora han dado lugar a una serie de investigaciones a nivel federal y estatal. El piloto automático de Tesla puede conducir, acelerar y frenar los vehículos de forma independiente. Sin embargo, Tesla exige a los conductores que mantengan la vigilancia porque actualmente el ADAS está destinado principalmente a las carreteras.