Tras recibir una licencia de lanzamiento de la FAA, SpaceX podría lanzar su próxima Starship en octubre, según declaraciones realizadas ayer por una organización oficial. Sus comentarios se producen cuando SpaceX está a punto de terminar todos los elementos de verificación del cohete Starship que provocó que el vuelo de prueba de abril se autodestruyera en el aire. El cohete más grande que se está desarrollando actualmente se llama Starship y, según una lista proporcionada por el CEO de SpaceX, Elon Musk, la mayoría de los problemas se debieron al motor del cohete y a las piezas relacionadas. Solo quedan unos pocos elementos en la lista de verificación de SpaceX antes de que el segundo cohete Starship esté listo para su lanzamiento, por lo que parece que ha realizado estas mejoras.
Los equipos están colaborando con SpaceX para garantizar el próximo vuelo de prueba, según asegura un oficial de la FAA
Algunos sectores se preguntaban si el cohete podría realizar otro intento de prueba poco después del vuelo de prueba del Starship April. La mayoría de estas preocupaciones se debieron a los daños en la plataforma de lanzamiento, a los que SpaceX tendría que hacer frente a pesar de que sus cohetes estaban preparados para vuelos de prueba rápidos.
Sin embargo, al cabo de cinco meses, SpaceX completó dos disparos estáticos del propulsor de la primera fase, reconstruyó la plataforma, añadió una fase intermedia caliente y envió el Starship de vuelta a la plataforma de lanzamiento. La mayor parte del sistema Starship está siendo sometida a un segundo vuelo de prueba, lo que mantiene la reputación del programa por su rapidez de entrega.
También conocido como «hardware avanzado», el programa Starship de SpaceX tiene numerosos prototipos en fase de desarrollo. Los cohetes más recientes también tienen mejores mejoras, lo que aumenta su probabilidad de completar con éxito un vuelo orbital. Una demostración orbital es esencial para la viabilidad a largo plazo del programa Starship, ya que permitirá a la compañía realizar pruebas posteriores que le permitirán probar el abastecimiento de combustible para cohetes en órbita.
Dado que es crucial para los planes de la NASA llevar a los primeros humanos a la Luna, el abastecimiento de combustible orbital es un componente crucial del programa Starship. Los astronautas de la misión Artemis no volarán a SpaceX en una nave estelar. En su lugar, abordarán la segunda fase de la nave estelar en órbita lunar tras lanzar el cohete SLS de la NASA. La segunda etapa requerirá combustible para viajar a la Luna, y SpaceX lo añadirá a través de un camión cisterna Starship que llenará la nave vacía en órbita terrestre.
Como la segunda etapa del viaje de la nave estelar es más fácil de completar con menos peso, un repostador orbital le permite transportar más carga útil a la órbita. También implica que Starship es considerablemente más grande y capaz de ayudar a la NASA a establecer una base lunar que otros módulos de aterrizaje lunares.
La administradora interina de la FAA, Polly Trottenberg, anunció ayer que el lanzamiento del próximo vuelo de prueba orbital de Starship podría tener lugar en octubre. Según Reuters, compartió:
We’re working well with them and have been in good discussions. Teams are working together and I think we’re optimistic sometime next month.
Varias señales indican que SpaceX está a punto de lanzar un cohete antes de lanzar cualquier nave estelar o incluso de realizar un fuego estático. Entre ellas se encuentran el avión WB-57 de la NASA, las comunicaciones de la FAA con los pilotos que recorren el espacio aéreo cercano al lugar de la prueba y los cierres de carreteras y playas de las autoridades locales para establecer un perímetro seguro alrededor del cohete.
